Antoni Tápies nació en Barcelona 13 de diciembre de 1923 - 6 de febrero de 2012 fue un pintor, escultor y teórico del arte español. Uno de los principales exponentes a nivel mundial del informalismo, está considerado como uno de los más destacados artistas españoles del siglo XX.
De formación autodidacta, Tàpies creó un estilo propio dentro del arte de vanguardia del siglo XX, en el que se combinaban la tradición y la innovación dentro de un estilo abstracto
pero lleno de simbolismo, dando gran relevancia al sustrato material de
la obra. Cabe destacar el marcado sentido espiritual dado por el
artista a su obra, donde el soporte material trasciende su estado para
significar un profundo análisis de la condición humana.
Según propia confesión, su vocación artística despertó con un número de Navidad de la revista D'Ací i d'Allà de 1934, que presentaba un extenso panorama del arte moderno internacional. Uno de los hechos que marcaron su vida fue su convalecencia por tisis
a los 18 años, circunstancia que le hizo replantearse el sentido de su
vida, así como su vocación, ya que durante su recuperación se dedicó
intensamente al dibujo.
Los estados febriles que padeció le provocaron frecuentes alucinaciones
que serían primordiales para el desarrollo de su obra. Durante su
estancia en el sanatorio de Puig d'Olena (1942-1943) se refugió en la música de Wagner y la literatura de Ibsen, Nietzsche, Thomas Mann y realizó copias de Van Gogh y Picasso.
Las primeras obras de Tàpies se enmarcaron dentro del surrealismo, pero a
partir de aquel alejamiento cambió de estilo, convirtiéndose en uno de
los principales exponentes del informalismo. Representante de la llamada “pintura matérica”,
Tàpies utilizaba para sus obras materiales que no están considerados
como artísticos, sino más bien de reciclaje o de desecho, como pueden
ser cuerdas, papel o polvo de mármol.
La iniciación de Tàpies en el arte fue a través de dibujos de corte realista,
principalmente retratos de familiares y amigos. Su primera toma de
contacto con el arte de vanguardia de la época lo llevó a adscribirse a
un surrealismo de tono mágico influenciado por artistas como Joan Miró, Paul Klee y Max Ernst, estilo que cristalizó en su etapa de Dau al Set.
Dau al Set fue un movimiento influido principalmente por el dadaísmo
y el surrealismo, pero que también se nutrió de múltiples fuentes
literarias, filosóficas y musicales: redescubrieron al místico mallorquín Ramon Llull, a la música de Wagner, Schönberg y el jazz, a la obra artística de Gaudí y literaria de Poe y Mallarmé, a la filosofía de Nietzsche y el existencialismo alemán, a la psicología de Freud y Jung,
etc. Su pintura era figurativa, con un marcado componente
mágico-fantástico, así como un carácter metafísico, de preocupación por
el destino del hombre.
Dentro del informalismo, Tàpies se situó dentro de la denominada “pintura matérica”, también conocida como “art brut”,
que se caracteriza por la mixtificación técnica y el empleo de
materiales heterogéneos, muchas veces de desecho o de reciclaje,
mezclados con los materiales tradicionales del arte buscando un nuevo
lenguaje de expresión artística. Los principales exponentes de la
pintura matérica fueron, además de Tàpies, los franceses Fautrier y
Dubuffet y el español Manolo Millares. El informalismo matérico fue desde los años 1950 el principal medio de expresión de Tàpies, en el que con distintas peculiaridades trabajó hasta su fallecimiento.