martes, 18 de octubre de 2011

Poesía en los colores de Henri Matisse..!







 En  Matisse  el color es lo que  le  da  entidad y poesía a su  pintura, el color  desempeña  el papel de dibujo, de perspectiva, de sombra de volumen.... Observa  el exterior  y lo plasma en su pintura con color haciendo la escena mas vívida,  suprime la sombra y la sustituye con colores  puros y  hace que la pintura brille más que nunca y lo distribuye en el espacio de modo que éste quede sugerido sin que se produzcan las deformaciones de la perspectiva  y una mágica poesía surge de su paleta y nos regala con estas alegres y locuases escenas   que admiramos tanto de Matisse








En la pintura de Matisse el  color negro se hace luminoso,  al igual que los rojos, azules y amarillos  inspiracion que saca de los estampados de textiles  japoneses e incluso admite la  influencia de las miniaturas persas vistas en un exposición en Munich de la que se expresó ......Me mostraban toda la posibilidad de mis sensaciones. Yo podía volver a encontrar en la naturaleza cómo esas sensaciones deben venir. Por lo accesorio, este arte sugiere un espacio más amplio, un verdadero espacio plástico. Eso me ayudó a salir de la pintura intimista...."










 El arte de Matisse es sereno con  gran luminosidad, apacible, pero no por ello ingenuo, sino de gran virtuosismo.  Sus mujeres  se  sientan  en  silencio y se puede apreciar  una  luminosidad que  no provoca sombras, ni degradaciones, sino que se mantiene la plenitud en la composición.  En sus obras vuelca la alegría de la meditación, exenta de inquietudes. Su obra es un resultado de orden, imaginación y elocuencia. Propone un arte calmado que reconforte al hombre fatigado, que lo serene. Su espíritu domina sobre la obra. Su arte es un camino hacia la profundidad de sí mismo, llegados a esta meta, descubrimos el silencio y la alegría en su color.








"La elección de mis colores no se basa en una teoría científica determinada; se fundamenta en la observación, en el sentimiento, en la experiencia de mi sensibilidad.”







El color tiene también una dimensión estética: hay un alto grado de subjetivismo en su utilización. El color posee, además, valores simbólicos: significados culturalmente admitidos que amplían y modifican el valor de la imagen. Ciertos colores nos parecen más apropiados que otros para alcanzar determinados fines comunicacionales. Por todo ello, el uso consciente del color en las imágenes amplía y enriquece el abanico de recursos creadores.


















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