Paul Cézanne nacio en Aix-en-Provence, Francia el19 de enero de 1839 – 22 de octubre de 1906 fue un pintor francés postimpresionista,
considerado el padre de la pintura moderna, cuyas obras establecieron
las bases de la transición entre la concepción artística decimonónica hacia el mundo artístico del siglo XX,
nuevo y radicalmente diferente. Sin embargo, mientras vivió, Cézanne
fue un pintor ignorado que trabajó en medio de un gran aislamiento.
Desconfiaba de los críticos, tenía pocos amigos y hasta 1895, expuso sólo de forma ocasional.
En el Museo del Louvre descubrió la obra de Caravaggio y de Velázquez, lo que marcó profundamente su evolución artística. Cuando rechazaron su candidatura a la École des Beaux-Arts, regresó a Aix y aceptó un empleo en el banco de su padre. Sin embargo, en 1862
decidió volver a París para consagrarse definitivamente a la pintura,
pasándole su padre una pensión de 125 francos. Reanudó su amistad con
Zola y continuó sus estudios en la Academia Suiza, donde conoció a Guillaumin y a Camille Pizarro,
pintor mayor que él aunque poco reconocido, que vivía con su numerosa
familia en una zona rural a las afueras de París. Cézanne se sintió de
inmediato atraído por los elementos más radicales del mundo artístico
parisino. Admiraba sobre todo al pintor romántico Eugène Delacroix y, entre los artistas más jóvenes, a Gustave Courbet y a Edouard Manet, que exponían obras de estilo y temas chocantes para sus contemporáneos.
Cézanne intentó conseguir una síntesis ideal de la representación naturalista,
la expresión personal y el orden pictórico. Al igual que Zola con el
realismo literario, Cézanne manifestó un interés progresivo en la
representación de la vida contemporánea, pintando el mundo tal como se
presentaba ante sus ojos, sin preocuparse de idealizaciones temáticas o
afectación en el estilo. Luchó por desarrollar una observación auténtica
del mundo visible a través del método más exacto de representarlo en
pintura que podía encontrar. Con este fin, ordenaba estructuralmente
todo lo que veía en formas simples y planos de color.
Puede decirse que Cézanne crea el puente entre el impresionismo del siglo XIX y el nuevo estilo de principios del siglo XX, el cubismo.
Durante muchos años la obra de Cézanne sólo fue conocida por sus antiguos colegas impresionistas y por unos cuantos artistas jóvenes radicales de la línea del postimpresionismo, entre los que se incluían Vincent van Gogh y Paul Gauguin. Esta generación posterior aceptó prácticamente todas las rarezas de Cézanne.
La retrospectiva de Cézanne de 1907 en el Salón de Otoño impactó grandemente la dirección que tomó la vanguardia parisina, dando crédito a su posición como uno de los artistas más influyentes del siglo XIX y al advenimiento del Cubismo. Fueron las exploraciones de Cézanne de simplificación geométrica y fenómenos ópticos las que inspiraron a Picasso, Braque, Gris,
y otros para experimentar con múltiples visiones aún más complejas del
mismo tema, y, con el tiempo, a la fractura de la forma. Hay una frase,
atribuida tanto Matisse como a Picasso, según la cual «Cézanne es el padre de todos nosotros». Matisse admiraba su utilización del color y Picasso desarrolló la estructura de la composición plana de Cézanne para crear el estilo cubista.
Uno de los cuadros de su serie Los jugadores de cartas se convirtió en 2012 en la obra de arte vendida públicamente por más dinero, al comprarla la familia real quatarí por más de 250 millones de dólares.
Uno de los cuadros de su serie Los jugadores de cartas se convirtió en 2012 en la obra de arte vendida públicamente por más dinero, al comprarla la familia real quatarí por más de 250 millones de dólares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario