Wassily Vasilievich Kandinsky nació en Moscú el 4 de diciembre de 1846 - Neuilly-sur-Seine- 13 de diciembre de 1944) fue un pintor ruso, precursor de la abstracción en pintura y teórico del arte, con él se considera que comienza la abstracción lírica.
Sus pinturas de los primeros años del siglo son paisajes ejecutados con
espátula, en un principio sombríos, para luego adquirir una intensidad
casi fauve; también pintó temas fantásticos basados en tradiciones rusas o en la Edad Media alemana; este período está marcado por la experimentación técnica, en particular, en el uso del temple sobre un papel oscuro, para dar una impresión de superficie transparente.
Trabaja la consistencia tonal del claroscuro enfatiza el esquema borrando la distinción entre las figuras y el fondo, resultando una composición casi abstracta.
En 1902 expone por primera vez con la Secession de Berlín y realiza sus primeras xilografías. En 1903 y 1904 viaja por Italia, Países Bajos, África y visita Rusia. En 1904 expone en el Salón de Otoño de París.
Kandinski, al igual que Piet Mondrian, estaba interesado también en la teosofía,
entendida como la verdad fundamental que subyace detrás de doctrinas y
rituales en todas las religiones del mundo; la creencia en una realidad
esencial oculta tras las apariencias, proporciona una obvia racionalidad
al arte abstracto.
En sus escritos de "La espiritualidad en el arte" habla de una nueva época de
gran espiritualidad y de la contribución de la pintura a ella. El arte
nuevo debe basarse en un lenguaje de color y Kandinsky da las pautas
sobre las propiedades emocionales de cada tono y de cada color, a
diferencia de teorías sobre el color más antiguas, él no se interesa por
el espectro sino sólo en la respuesta del alma.
Amigo de Paul Klee, Kandinsky al igual que el tenía una formación musical lo cual podemos observar tambien en su pinturas a momentos da la impresión de estar escuchándola al igual que viéndola...sus trabajos post fauvistas son espacios claros con simbología musical.
Al imponerse el realismo
socialista como estética dominante, Kandinsky regresó a Alemania, donde
se convirtió en uno de los más importantes colaboradores de la Bauhaus
de Weimar, al tiempo que su pintura se contagiaba de la tendencia
geométrica de esta escuela. Con la llegada al poder de Hitler en 1933 y
el consiguiente cierre de la Bauhaus, Kandinsky huyó a París y se
instaló en las afueras, en Neuilly-sur-Seine, donde su pintura recuperó
la abstracción más libre de sus primeros años.
Estos cuadros se caracterizan por
la articulación de gruesas líneas negras con vivos colores y en ellos
se percibe todavía un poco la presencia de la realidad que se dejó sentir, y su obra
experimentó una transición hacia una mayor estructuración, tanto
compositiva como formal, que se ha dado en llamar el período
arquitectural de su pintura, al cual siguió otro de transición en que
experimentó con los trazos circulares y concéntricos.
La importancia de la obra de Kandinsky se basa en el haber sido el
pionero de la abstración como forma de expresión en la pintura, siendo
el primero en tener la osadía de pintar símbolos y figuras geométricas
cuando el público todavía estaba acostumbrado a los fauves
postimpresionistas. Su arte fue polémico y a la vez didáctico,
revolucionario y a la vez lleno de color y prolífico, Kandinsky nos dejó
cientos de trabajos para admirar y aprender de el las nuevas formas del
arte abstracto, sus reflexiones a cerca de la Espiritualidad y el Arte invita a meditar sobre el papel restaurador que tiene el arte en el espíritu y su aplicación en la sociedad.
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